Si estás leyendo esto, probablemente eres un superhéroe o superheroína de la crianza, o simplemente alguien que quiere ayudar a un pequeño a encontrar un momento de paz enmedio del caos que puede significar un berrinche. A veces, los niños pueden sentirse como un torbellino de energía (¡y qué energía!), pero no te preocupes, hay muchos ejercicios sencillos y divertidos que pueden hacer juntos para ayudarles a encontrar la calma. Así que ponte cómodo y prepárate para descubrir algunas actividades geniales que van a convertir ese torbellino en una suave brisa. Listo para la encontrar Diversión y calma con nuestro Top 6 de los ejercicios para relajar a tus hij@s en crisis

1. ¡Respiraciones coloridas y conscientes!
Empecemos con algo básico: ¡respirar! Pero no se trata solo de inhalar y exhalar. Aquí viene la parte divertida. Puedes jugar a que son globos. Diles que cuando inhalan profundo, se están inflando como un globo, y cuando exhalan, ¡se desinflan! Ayúdales a concentrarse en el proceso de respiración y eso les ayudará a salir del caos.
Cómo hacerlo:
- Pídeles que se sienten cómodamente con las piernas cruzadas.
- Haz que coloquen las manos sobre su pancita.
- Comienza a contar hasta tres mientras inhala por la nariz: «Uno, dos, tres… ¡Inflando el globo!»
- Luego, al exhalar, cuenta hasta cinco: «Cinco, cuatro, tres, dos, uno… ¡Desinflando el globo!»
- Repite esto varias veces y observa cómo poco a poco esa energía comienza a transformarse en serenidad.

2. El viaje de la tortuga
Imagina que somos tortugas que se mueven lentamente por un hermoso paisaje. Este ejercicio es genial para ayudar a los peques a aprender a moverse con calma. Además, ¡puede tener un toque de aventura!
Cómo hacerlo:
- Pídeles que se imaginen que son tortugas.
- Puedes poner música suave de fondo para crear un ambiente relajante.
- Mientras la música suena, pídeles que se desplacen muy despacio por la habitación, como si fueran tortugas que exploran su hogar.
- Anímales a mirar a su alrededor y a disfrutar del “paseo”. Si ven algo interesante, pueden hacer una pausa y hablar sobre eso (sin prisas).
¡Es un ejercicio de calma y observación que también estimula su curiosidad!

3. Yoga para peques: la postura del árbol
El yoga no es solo para adultos, también puede ser súper divertido para los más peques. La postura del árbol ayuda a mejorar el equilibrio y a concentrarse.
Cómo hacerlo:
- Invítales a imaginar que son árboles, fuertes y estables.
- De pie, deben levantar una pierna y colocarla en su muslo opuesto, con las manos juntas en el pecho o levantadas hacia el cielo.
- Puedes motivarlos contándoles que los árboles son importantes porque ayudan al planeta y que ellos también pueden ser grandes guardianes de la naturaleza.
- ¡Desafíalos a mantener el equilibrio! Si caen, ¡no pasa nada! Solo ríe y vuelve a intentarlo.

4. Coloreando la calma
El arte es una forma maravillosa de liberar tensiones y canalizar energía. Colorear es perfecto para pensamientos creativos y es una actividad que puedes compartir.
Cómo hacerlo:
- Consigue hojas para colorear o imprime algunos dibujos de tus personajes favoritos.
- Proporcionales crayones, colores o acuarelas.
- Pon música tranquila mientras ambos se sientan a colorear; incluso puedes hacer una competencia amistosa de quién hace el dibujo más hermoso.
- Después de un tiempo, siéntense a mirar sus obras de arte y hablen sobre lo que dibujaron. Esto no solo les relaja, sino que también les ayuda a expresar sus emociones.

5. Caminata sensorial
Salir al aire libre siempre ayuda a cualquiera a relajarse. Una caminata sensorial es perfecta para observar el mundo que nos rodea.
Cómo hacerlo:
- Elige un lugar donde puedan caminar, como un parque o incluso el patio trasero.
- Mientras caminan, pídeles que presten atención a diferentes cosas: los colores de las flores, los sonidos de los pájaros, la textura de la hierba bajo sus pies.
- Puedes jugar a «busca algo azul» o «escucha un sonido que te haga feliz».
- Al final, reúnanse y cuenten sus hallazgos. ¡Esto no solo los calmará, sino que también fortalecerá su conexión con la naturaleza!

6. La caja de la calma
Este último truco es más bien un recurso que puedes tener a mano. Crea una “caja de la calma” llena de cosas que ayuden a tu niño a relajarse.
Elementos para incluir:
- Libros de cuentos.
- Juguetes antiestrés (pelotas, slime).
- Elementos sensoriales (arena kinética, plastilina).
- Dibujos para colorear o materiales artísticos.
Cada vez que sientas que el ambiente se tensa un poco, invítales a usar su caja. Esto les dará una herramienta para manejar sus emociones.
Reflexiones finales
Recuerda que cada niño es diferente y lo que funciona para uno puede que no funcione para otro. La clave está en experimentar y encontrar lo que mejor se adapte a su personalidad. Lo más importante es que estas actividades sean momentos de conexión, juegos y diversión. ¡Así que manos a la obra! Con estos ejercicios, no solo ayudarás a tranquilizar a ese pequeño torbellino, sino que también crearás recuerdos inolvidables llenos de diversón. ¡A disfrutar!

Imágenes realizadas con apoyo de CanvaIA